Saturday, February 18, 2012

TRANSFERENCIAS TRASCENDENTALES


Harry Thomas Dannvers

A veces el espíritu falla
Cuando se busca una
Calma transitiva
Donde antes había una
Senda y ahora se encuentra
Una autopista de cuatro carriles
Este lesiona el fenómeno
Llamado el progreso

Será que es
Una palabra
O un hecho
Predestinado
De
Fallar
El denominado
Progreso?

Solo en leer
Heroico
O Las Vidas
De
Plutarco
Explica
El
Pasado
En términos
Paralelos

Tal vez
Es como
Escribió Cervantes
Cuando dijo
Que la historia
Es la madre
De la verdad

Si tú era una persona
Como yo
Atrapado con los años
Más cerca del fin que el principio
Le da algo de pensar

Salvo que su concentración
Sobre y camino
Casi asfaltado
No se brinca
Con una bache
Escondida

No importa que su carro
Es del último modelo
Adquirido
A través de años de sacrificio
Lentos avances
De ganancias económicas
El carro se hunde
Porque el camino está malo

En estas cosas cotidianas
Apresurados
Evitando cualquier
Eventualidad
Entre camiones y bicicletas
Tal vez es mejor
Guardar su alma enana luz diferente
Pensando enana
Transferencia trascendental

Pero no es una cosa de pensar
Ni meditar
No solo porque los años
Hablan por si mismo
Sino que
No hay tiempo para hacerlo
Cuando uno esta transitando
Una carretera nueva
Lleno de hoyos
Y financiado con dinero
Extranjero

Las inversiones
Seductores
Como el pez
Gorda
Comiendo
Los peces
Pequeños
En un mundo
Sin agua

Los kilómetros son
Como los años
Unos planos
Nítidos
Mientras que otros
Son caídos
En unos barrancos

Profundos
Y otros con solos esperanzas
Este se refleja la realidad de las
Transferencias trascendentales

Sin embargo
Hay que agarrar
El timón
Aquellas sendas están ahora asfaltadas
Y se extienden en autopistas
Igual como los países
Industrializados
En
Una clase de Nirvana
En cemento

La India
Tenia
Ghandi
Para salvar
Su nación
Después de milenios
De los conquistadores
Y sumisión
Mientras que
El río
Ganges
Sigue siendo
Su salvación


Pero aunque soy viejo
Mi carro es del
Ultimo modelo
Brilla en el sol
Como los dientes de Vucub Ca'kix
El símbolo de orgullo
Para los Mayas
Con sus dientes de joyas
Y su nariz
Que brilla como la luna lejos


Los caminos de los Mayas eran
Adoquinados
Donde pasaban
En sillas reales
La gente real
Casi como yo
En mi carro del último modelo
Y con esto me pongo a pensar
En

Las trasferencias trascendentales

Pero hoy no es como ayer
Se necesita petróleo
No esclavos para
Transitar

Quizás es lo mismo
Pero en vez de gotas de
Sangre de los seres humanos
Es de la madre tierra
Negra, sucia
Llorando trozos
De la muerte
Sobre sus pechos verdes

Pero como
La. tierra es
Siempre
Tierna
Tal vez hay
Una esperanza
Cuando muere
La gente
Con sus
Maquinas
De
Perdición

Si no fuera por las
Transferencias trascendentales
Me hubiera quedado
Callado
Tal vez por mi edad
Y el hecho que mi carro
Del último modelo
Se oxide
Igual como yo

Las maquinas fallan
Con el tiempo
Dejando
Grietas profundas
En el metal
Y la piel

Arrugas de acero
Esperando su último toque
De la cirugía plástica
Con una pintadita nueva

Cubriendo la maquina
El ser
Del alma?

Ahora no escribimos cartas
Dotadas con la pluma
Sino
Cartas electrónicas
Con la computadora
Más nueva
Y teclas
Igual como una máquina de escribir
Se tacha "enter"
Y al mundo está
A su alcance
Resplandeciente
Aunque le falta
El amor

Este consiste
De
Cuatro letras
Con más
Vocales que
Consonantes
Y sí las espinas
Con consonantes
Ganamos con
Los vocales
Es decir
El
Amor

La mayoría de mis amigos
Están muertos
Un fenómeno
Trascendental
Porque sigo poniendo
Palabras
En su memoria
Pero como no están
Quiero gritar
Por sus almas
Pero mi garganta
Está seca
Y necesito tiempo
Para reflexionar

Yo soy viejo
Aunque


Me dicen
Joven todavía
En las
Tiendas
Pero como son
Adeptos
Mentirosos
Es
Por eso
Me gustan
Las tiendas

Es igual
Como se narra en la creación del Popol Vuh
"Su molde fue convertido en
Una realidad, la idea de las
Montañas y los valles
Una fuente de la misma
Formación y multiplicación
Expansiva de
Una cara joven"

Pero la cara
Se arruga
Lo veo todos los días
En el espejo

Quizás si no me rasura
No veo tantas arrugas
Pero en dejare la barba cana
Me parece aún
Más viejo

Las canas no quitas
Las ganas
Como dicen
Los amigos
Y de allí?
Tal vez todo esto
Es una
Transferencia trascendental

Como la palabra
Maya
En sánscrito
Significa
Ilusión
Entonces
Tal vez


Todos estamos
Engañados
Por lo menos
En esta tierra
Adorada

Si los años
Lleva la sabiduría
Porque lamentamos
La vejez?
No es una estupidez?
O es porque
La sociedad
Lleva a todos
A su corriente
En una manera de actuar
Olvidando la esencia

De la vida
Para un substituto
Más comercial?

Vender es vivir
Vender es vivir
Vender es vivir
Suena el movimiento de mi carro
Del último modelo
Sobre el asfalto

Y yo encerrando en si
Pensando en mi pasado
Y futuro
Polarizado para que
No se ver de afuera
Mis sentidos atrapados
En las
Transferencias trascendentales

Friday, February 3, 2012

DEATH B Y WATER

                                                                    DEATH BY WATER

                                                               HARRY THOMAS DANVERS

 

                    THE WASTE LAND…………………T.S. ELIOT

 

Phlebas the Phoenician, a fortnight dead

Forgot the cry of gulls and the deep sea swell

And the profit and loss

A current under the sea

Picked his bones in whispers

As he rose and fell

He passed the stages of his youth

Entering the whirlpool

Gentile or Jew

O you who turn the wheel and look to windward

Consider Phlebas, who was once handsome and tall as you

 

                              Mike was neither tall nor handsome. He was not even a sailor, but he died by water.

                             We had met at the local internet center in Quetzaltenango, Guatemala. He said he had bought all my self-published works of poems and short stories and had liked them and wanted to read more. We were both of Irish descent, so we had a love of literature and music. When I told him that I was also a painter, he insisted that he should visit my place, up on the mountain and I was all for it, but the weather came between.

                           It was one of those times that you thought that the rain would never stop. There were no sea gulls in the mountains, but the rivers overflowed and the streams were lost in the current. It was precisely and that point that Mike decided to visit me. It was at night.

                           The torrents of water and mud made all transportation impossible, but Mike was not daunted. With no further formality than a loud burst of laughter, he got out of a waylaid, downtrodden taxi and entered my adobe dwelling. The luxurious repast which ensued would have rivaled the most glorious fetes of the Knights of the Round Table.

                          But the rain did not stop. Mike not only brought the basic necessities, like a bottle of good rum, but also all the delicacies which could be bought from the American subsidized supermarkets that had swamped Latin America and threatened the rest of the world as well.

                         Due to the inclemency, we were forced to take refuge in the library. It was also made of adobe but somehow isolated us from the incessant downpour. The oblong room was filled with rustic book shelves that harbored some six thousand volumes. For me, it was paradise and if I had to perish with my books, that would be enough.

                       The handmade table was spread with a white, Irish tablecloth. It was a gift from my mother and thus not often used. This, however, was a special occasion.

                        We ate the imported cheese and consumed the whole bottle of Puerto Rican rum. The rain never ceased, but we were mellowed against the adversities of nature. Now the white tablecloth was stained by our mutual frivolity, so I decided to roll a joint and pulled out my guitar. Mike enjoyed my diverse repertoire, stretching from Bob Dylan to the shores of Ipanima. We had a great time, but the rain didn't stop. We told him we could rig something up for him for the night but he insisted that he could get a cab. He said he came from Oregon. This was nothing for him. He laughed and he was gone.

                        He came to my art exhibitions and we had a few beers and jokes. In fact, the last time I saw him was at an exhibition I had in December.  He told me: "You know Harry, I don't know anything about art, but I sure do like your colors..."   I never saw him again, for he drowned in the Pacific. Perhaps there was…"a current under the sea (that) picked his bones in whispers..." and in a moment.."he passed the stages of his youth…Entering the whirlpool…"

                       He was not tall and handsome like Phlebas the Phoenician sailor, but he was my friend.